miércoles, 7 de septiembre de 2011

¿Quién es el hombre más presionado y comprometido del Mundial?

Lo conoce todo el mundo del rugby. Es el señor Graham Henry, ex-director de escuela neocelandés convertido en entrenador full time en 1996 con el advenimiento del profesionalismo del rugby. En su haber tiene una experiencia que pocos, sino ningún entrenador, tienen en este momento.
Fue entrenador de Auckland y luego de su evolución, los Blues, habiendo compartido vestuario con enormes jugadores como Sean Fitzpatrick, Grant Fox y Zinzan Brooke. Ganó el NPC (campeonato provincial neocelandés) de 1993 a 1996 y en 1996 y 1997 llevó los Blues a obtener el Super 12.
En 1999, y en contra de los intereses de la NZRFU, se mudó a Gales, donde consiguió victorias espectaculares contra Francia en Paris e Inglaterra en Twinckeham durante la última edición del Torneo de las Cinco Naciones, dejando a esta última sin campeonato y, naturalmente, sin el Grand Slam.
La obsesión de su vida fue entrenar a los All Blacks. Su oportunidad llegó en 2003 luego de que John Mitchell fuera descartado para seguir al frente del seleccionado por diferencias con la conducción de la NZRFU y de haber quedado fuera de la RWC 2003 al caer ante Australia en semifinales.
Del 2003 al 2007, Henry tuvo una curva ascendente de éxitos, aunque con comienzos tormentosos que incluyeron la pérdida del Tri-Nations 2004. Posteriormente ganó las ediciones 2005/2006/2007. Al llegar la RWC 2007 los All Blacks parecían el equipo indiscutido a conseguir el trofeo pero un partido atípico contra Francia en Cuartos de Final y la poca fortuna que vienen teniendo los Blacks en mundiales los dejaron prematuramente devuelta en casa.
Curiosamente, y después del rotundo fracaso en el Mundial, Henry recibió una nueva oportunidad en forma de contrato por cuatro años más, contrato que vence después de la RWC 2011 siendo esta una decisión poco habitual en el deporte profesional, donde habitualmente se le da más importancia a resultados últimos y no a los obtenidos a través del tiempo y del trabajo. En esa oportunidad, el competidor para el cargo era Robbie Deans, quien fuera elegido como entrenador de los Wallabies para el mismo ciclo, 2007-2011. Estos hombres se han visto las caras varias veces, la última de ellas hace unas semanas en la final del Tri-Nations, con victoria para los australianos.
Grahama Henry, desarrollador superlativo del juego en los últimos 15 años, cultor de la "flat line" como forma de ataque, fino estratega, promotor de la astucia y la audacia como modos de compresión del rugby, carga sobre sus hombros la tarea de rehabilitar el orgullo del rugby neocelandés, herido después de 24 años sin levarse la Webb Ellis a casa. No sabemos qué pasará. Lo que sí sabemos es que pase lo que pase, hará mucho ruido.

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